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Limpieza de primavera de la chimenea de leña

Llegó la primavera y es momento de hacer una limpieza. Por lo general, evitamos la chimenea de leña. Pero la limpieza de primavera de la chimenea de leña no solo es sencilla, sino que le permitirá tener la satisfacción de saber que hasta el lugar más sucio de su casa está impecable. Pero no se trata de limpiar la chimenea, eso es algo que requiere de un profesional. De hecho, se recomienda que un deshollinador inspeccione la chimenea y que se limpie una vez al año, generalmente en otoño, pero sabemos que nos dejamos estar con estas cosas. ¿Por qué no agregarlo a su lista de tareas de primavera? Solo se trata de una limpieza general profunda del marco, la entrada y el interior de la chimenea.

 

Preparación

El primer paso es la preparación, que es fundamental. Ya sea que esté elaborando una comida gourmet o trabajando en una obra de arte, o solo limpiando algo correctamente, siempre debe tener una preparación.

Estas son las herramientas que necesitará para realizar la limpieza de primavera en la chimenea de leña:

  • Paño

  • Cubo grande

  • Cepillo de cerdas duras

  • Cubo de basura de metal con tapa

  • Aspiradora

  • Agua tibia

  • Productos de limpieza

  • Lejía y fosfato trisódico, si no tiene problemas en usar químicos

  • Vinagre, crémor tártaro y bicarbonato sódico si prefiere usar algo natural

  • Trapos o toallas que puedan ensuciarse

  • Máscara, gafas y guantes protectores

Cubra el piso con un paño. Retire el soporte para leños y los morillos de la chimenea (si los tiene). Para facilitar la limpieza, puede sacarlos afuera y lavarlos con la manguera. Puede frotar levemente para eliminar el grueso de la ceniza, pero también podría usar un pulidor para metales no inflamable si lo desea. Luego junte la ceniza con una pala y colóquela en el cubo de metal. Con la aspiradora, elimine la ceniza que no haya podido recoger.

 

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La limpieza es parte del disfrute de una chimenea

Ahora, la parte divertida. Use el cepillo para aflojar el material adherido a las paredes y a la parte inferior de la chimenea. También puede usar la aspiradora para aspirar el material acumulado. Luego, mezcle 1 galón (3,8 litros) de agua tibia con una taza de lejía y 6 cucharadas de fosfato trisódico. Use guantes y el cepillo para restregar las paredes, el marco y el piso de la chimenea hasta obtener el resultado que desea. Enjuague la chimenea con un paño húmedo (que no esté empapado) y seque con una toalla.

Si quiere usar productos más naturales, quizá requiera un poco más de trabajo, pero puede mezclar 50 % de agua tibia con 50 % de vinagre blanco. Rocíe la mezcla en el interior y el marco de la chimenea, tenga cuidado de no mojar la madera ni ningún material que pueda dañarse. Déjelo reposar de 5 a 10 minutos. Rocíe nuevamente y luego restregue con el cepillo. Quizá deba repetir este paso hasta obtener los resultados que desea. Cuando termine, disuelva unas cucharaditas de bicarbonato en agua, luego rocíe o limpie la chimenea para asegurarse de neutralizar el vinagre que haya quedado. Si hay alguna suciedad difícil, use 2 cucharaditas de crémor tártaro y agua hasta que se forme una pasta para eliminarla. Unte la pasta y espere entre 5 y 10 minutos, luego frótela con el cepillo y agua tibia.

Por último, limpie el vidrio. Una vez que quede todo impecable, vuelva a colocar todo en su lugar.

Esto no reemplaza de ninguna manera la limpieza e inspección que realiza un profesional, y quizá deba considerar contratar a uno para lograr una limpieza óptima antes de realizarla usted mismo. Pero ahora se puede enfocar en la mejor parte de tener una chimenea limpia, ¡la decoración!

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